
En la boda: ¡Victoria no podía creérselo! ¿Cómo podía estar en la misma boda que aquel hombre atlético de sonrisa devastadora? ¿Y qué si habían compartido algunos cócteles en el avión, habían flirteado y habían estado a punto de tener sexo en las alturas? ¡Seguía sin poder soportarlo!
Después de la boda: El desastre de la boda había quedado atrás, pero la chispa entre ellos dos seguía encendida. Habían intentado comportarse bien en Francia, pero, de vuelta en Estados Unidos, cualquier cosa podría suceder…
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No se admiten emails y enlaces a otras páginas, ya que serán considerados como spam. ¡Gracias!