Mateo: Ya un día la dejé. Di un paso al lado y la dejé en mano de mi mejor amigo. Ahora, después de todo lo que he vivido, la sigo pensando, extrañando, amando. Ahora que la he vuelto a ver, no quiero perderla. Ella tiene su vida hecha. Es inteligente, educada, gentil y sigue siendo hermosa, quizás mas hermosa que desde la ultima vez que la vi. Entrar en su vida no es mi propósito, pero díganme, ¿Cómo es posible amar tanto a alguien y no desear besarla, abrazarla y decirle que: es el amor de mi vida, mas allá del tiempo?
Alanna: Me casé con la convicción de que mi vida seria el sueño que tanto anhelé. Todo lo que creí se desvaneció. Pero no me detuve, continúe mi vida. Tengo una razón mas importante que mi misma por la que no hay tiempo para mirar atrás. Mi hija. Cuando supe que Mateo estaba de vuelta, mariposas en mi estomago revolotearon. Después de tanto tiempo la sangre me calentó el cuerpo y me volví a sentir mujer. Ya no solo era la madre y la profesional. Él me estaba devolviendo una parte de mi. Pero no todo es tan simple. Mi hija sigue siendo lo mas importante y ella necesita a su padre en su vida… Y estoy dividida, ¿Continuo sola o me doy una segunda oportunidad en el amor?
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