La primera vez que la vi, supe que era mía.
Tengo todo lo que quiero. Esa es la vida de un multimillonario. Ya ves. Yo quiero. Yo obtengo.
Por supuesto, cuando la mujer de mis sueños, una pelirroja ardiente con la cara de un ángel y bolas de acero, pisa fuerte en mi mundo, tomo acción. Sé cómo hacer las cosas.
Puede que me odie por haberla secuestrado. Pero un hombre tiene que hacer lo que un hombre tiene qué hacer. Al igual que voy a tomar todo, todo lo que tiene que dar. Incluso la única cosa que nunca le dio a otro hombre.
Y a cambio le daré aún más. La vida que merece. Niños... Mi alma y corazón.
Mía. Jordan es mía. Y yo soy suyo.
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