Querida Janie: Es el final de mi turno doble y durante las últimas dieciséis horas, has estado en mi mente. Así que he decidido escribirte esta carta en caso de que el trabajo me consuma la vida y nunca encuentre el tiempo para hablarte y decirte cómo me siento realmente. Anoche fue increíble. Sabes, nunca pensé que tocarías a mi puerta. Supuse que una chica bonita como tú estaría fuera del mercado. Pero no lo estabas. Y cuando apareciste en mi puerta, empapada y sexy como el infierno, ¿cómo se suponía que debía resistir ese tipo de tentación? No pude. Y tampoco podrías. Pero solo hay una cosa. Olvidamos usar protección. Espero que no haga la diferencia, pero al ver que eres una mujer madura y con curvas, nunca puedes estar seguro. ¿Y ahora qué? Llámame y nos veremos. –Travis
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