Iris no era mi tipo y quedaba fuera de los límites.
La hija de mi mejor amigo.
No estaba bien.
¿Pero eso me detuvo?
Ni por asomo.
Estuve perdido en el momento que esas curvas y esos profundos ojos marrones entraron en mi despacho.
Pero por mucho que estuviera disfrutando con mi nueva y joven secretaria, me reservaba una sorpresa.
Iris se quedó embarazada.
La paternidad no entraba en mis planes,
Eramos estúpidos si pensábamos que esto podría funcionar, ¿verdad?
Soy lo bastante mayor para ser su condenado padre.
¿Quizá esta sea la peor cosa que he hecho nunca?
¿O quizá Iris y este bebé sean lo mejor que nunca me ha pasado?
Es el momento de saberlo...
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