Cuando no queda nada, siempre hay esperanza... Hope Cantwell creció creyendo que las cosas podrían ser mejores. Creciendo con un padre abusivo, ella trató de enseñar a su hermano pequeño diferente. Después de diez años ella está de vuelta, y es peor de lo que podría haber pensado. El le debe dinero a la gente equivocada, y su única esperanza es su novio de la escuela secundaria que creció para ser un motociclista áspero y de caída. Trask Ríos es el Sargento-en-armas para los Hijos Crecientes MC. Él y Hope no se han visto desde que ella se fue a la escuela y él encontró un trabajo como el fuerte para el club. Con su hermano atado a las drogas y en una profunda deuda con la mafia, Hope sólo tiene una posibilidad: Trask. Duro con un sentido del humor negro, Trask no ha perdido su pasión por Hope. Las circunstancias los obligo a separarse, pero también les llevó de vuelta juntos, y el fuego sigue quemando dentro de los dos.
Si ella puede convencer a el y los Hijos Crecientes de ayudarla y a su hermano adicto, podría simplemente mantener unida lo que queda de su familia.
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