Mis manos retorciéndose en tu cabello, mi exigencia susurrada en tu oído… soy la fantasía que desearías nunca haber tenido.
Cuando acabe contigo, cada centímetro de tu cuerpo sabrá dónde he estado. Tu único pensamiento será el insaciable dolor entre tus piernas mientras mi nombre se arrastra entre tus labios.
No ansiarás más, rogarás por más. Porque no soy sólo una sonrisa engreída con unos músculos endurecidos por el ejército por los que has pagado cinco mil de los grandes… soy la experiencia que nunca olvidarás.
Una noche conmigo y sabrás exactamente porqué las mujeres me pagan para ser brusco.
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